17 Jul UN CORAZÓN Y VARIOS INTENTOS

ESCRITO POR: MARI WONDER

ILUSTRADO POR: UVE

Amalia Andrade dice que uno siempre cambia al amor de su vida por otro amor o por otra vida.Y yo creo que me inventé cientos de vidas para todas las veces que pensé que quién estaba conociendo, sería mi amor eterno.

Yo era la típica chica que creía que para estar completa, necesitaba alguien a mi lado. Siempre andaba en busca de mi media naranja, sin saber que ya yo estaba completa. Supongo que nunca me sentí suficiente conmigo misma, nadie nunca me había dicho que tenía que amarme primero, antes de amar a alguien más.

No sabía que era el amor propio, y por eso siempre iba detrás de cualquier chico, jamás se me pasó por la cabeza que la mejor relación que podía buscar, se encontraba dentro. Y dolía, dolía cuando nadie respondía mis mensajes y mi propia compañía no bastaba. La soledad y yo no nos llevábamos bien…

Buscaba el amor en cualquier niño que me gustaba. Construí todas mis relaciones basadas en una personalidad de hombre perfecto que yo misma me inventé, y cada vez que conocía a alguien, quería cambiarlo, para transformarlo en la expectativa que yo soñaba.

Y es que cuando no sabes lo que quieres, todo te sirve. Así que muchas veces ni siquiera me enamoraba de la persona, siempre era yo intentando cambiar a los demás para convertirlos en la persona ideal para mí.

Cada vez que conocía a una nueva persona era como “Mmm realmente no tienes nada especial, pero puedo hacer que lo seas, al menos para mí”. Hoy comprendo que no sabía estar sola, no sabía pasar tiempo conmigo misma, no sabía amarme, por eso necesitaba a alguien que constantemente me repitiera que yo era maravillosa, porque yo misma no me daba cuenta.

Al amor lo volví a confundir en una fiesta, a las 3:00 a.m.  cuando el alcohol ya había desaparecido toda la vergüenza de mi cuerpo. Me regaló las flores del centro de mesa, me robó un beso y yo lo besé de vuelta, es que tenía la cara más linda que nunca antes había visto. Y pensé que nunca más lo volvería a ver. Así que ¿Por qué no? Perooo… justamente el destino nos puso en otra fiesta al día siguiente.

Y cuando el alcohol se volvió a apoderar de nosotros, creímos que tanta casualidad no podía ser posible, que era el destino uniéndonos. Y entre alcohol, fiestas y muchos besos, empezó una historia que duró aproximadamente tres años, a él también pretendí transformarlo a mi modo, era 0 parecido a mí y a lo que me gustaba, pero poco a poco fue intentado ser esa persona, aunque no por completo.

Hasta que…  mis redes sociales empezaron a ser manipuladas por él, la clave de mi celular, las conversaciones de mis amigos, básicamente todo lo que hacía, los celos, la desconfianza era algo muy propio de nuestra tóxica relación.

Tenía mi Whatsapp registrado en su computadora y revisaba mis chats sin yo darme cuenta, cuando surgía una discusión me insultaba de tal manera, que me deseaba la muerte. Por supuesto que no era la persona de la que creí enamorarme, pero es que no vi las señales. Porque la primera vez que me habló de su ex, dijo que era una perra. Y yo no presté atención…

Cuando estas en una relación tóxica sientes que te ahogas, y que quieres salir del mar y volver a respirar, pero siempre llega una ola que te hunde aún más y salir de allí, a veces no resulta tan fácil.

Terminábamos y volvíamos a las horas, nos prometíamos siempre que todo sería diferente. Y aunque él me imponía un tipo de relación de la que yo no estaba de acuerdo, lo permití. Dejé de ser yo,  Yo era:  colores, brillos, arcoiris y felicidad.

Pasé a convertirme en:  grises, infelicidad y peleas.

Reprimí muchas cosas de mí, y cuando por fin me di cuenta.  Solté las cadenas, el amor era paz y libertad y yo tenía que salir de esa prisión. Y aunque no fue fácil, abrí los ojos, eso no era amor. Yo que siempre intentaba cambiar a los demás, él me estaba cambiando a mí y encadenada su mundo tóxico.

Luego aprendí que nadie tiene que cumplir con mis expectativas, ni yo con expectativas ajenas. Que no se trataba de ir por ahí intentando cambiar los demás, y que todo el tiempo que invertía en eso. Podía usarlo para transformarme a mí misma.

También aprendí que el amor no es igual a celos y el respeto es la base de cualquier relación, y que si está te falta, dalo todo por perdido…

 Ahora estás tú, y no sé si nuestra historia sea para siempre Pero a ti dejé de idealizarte y de querer que seas de una manera exacta, a ti te estoy conociendo tal y como eres. Sin imponerte nada, ni querer que seas de cierta forma.

Quiero que seas como te plazca, quiero que nuestros gustos se complementen, quiero que tengas tus propios sueños y yo los míos.Amo que los viernes por la tarde siempre me esperes con pizza, y que aunque eres pésimo para darme aliento cuando estoy triste, siempre estás para mi.

Me haces saber que soy amada por ti, así tal y como soy. Me gusta cuando dices que estás orgulloso de quién me he convertido, y la verdad tus ojos son los más bonitos que he tenido cerca.

Y aunque quizás esta historia tampoco sea para siempre, tenemos algo sano, y me di cuenta que la mejor manera de querer a alguien es dándole paz. Y parecerá cliché, pero la mejor relación que he construido es la relación conmigo misma.

Porque todas las veces que soporte tanto, y me quedé supuestamente por amor, era por falta de amor propio. En cada momento que permití que me hicieran daño y yo seguía perdonando, era simplemente por miedo a estar sola. Hoy sé que estoy completa, y soy feliz con mi propia compañía.

Que amor no es dependencia. Y que amar no es soportar daño. Ahora, abrazo tanto mi soledad como puedo. Y sobre todo, no la comparto con cualquiera. Mirar al pasado es darme cuenta que me trataron muchas veces como no lo merecía, y también es darme cuenta que rompí varios corazones sin necesidad.

Y pido disculpas a todos los que herí e hice daño, no me siento orgullosa de eso.

Pero como dijo Selena: “No toleraré más que me traten de la forma que me trataron”.  Porque al final todas tuvimos un Justin Bieber en nuestras vidas, que nos hizo volver a él mil veces, y cuando creímos que esta vez sería la definitiva, resulta que conoce al amor de su vida, justo dos meses después de habernos pedido un tiempo.

La verdad es que ya no sirvo para ser el viaje de nadie, quiero ser mi propio destino.